El nombre del blog lo tomo de una traducción desordenada de una canción de la mejor banda de todos los tiempos, Radiohead: Where I End And You Begin. Donde yo termino de escribir y tú comienzas a opinar qué te parece lo que estás leyendo. Os toca.

domingo, 3 de julio de 2011

Redes sociales

Es una comunidad de vecinos muy futboleros, donde cada semana se retrasmite un partido de liga en abierto, eso sí, cada uno desde la TV de su casa por problemas de derechos. Todos los sábados son festivos en esa comunidad, donde la sangría se funde en primera línea de importancia con los goles del equipo dueño de cada casa. Pero llega un día en que la cadena de televisión obra un descubrimiento que hará temblar los cimientos de la comunidad: resulta que en ciertas instalaciones la señal llega con 5 segundos de retraso, y ahora han fabricado un módulo de uso individual que elimina ese retardo temporal. El problema es que es un módulo bastante caro.

Andrés es el vecino rico y tocapelotas que debe existir en toda comunidad que se precie. Andrés, cabreado por la derrota de su equipo de la infancia durante tres semanas seguidas y cansado de aguantar las burlas de sus convecinos, decide pasar a la acción. Andrés, que tiene que pagar tantas letras como tiene un abecedario, pero tiene dinero de sobra y no le importa, decide instalar el módulo.

Llega el sábado y con él, fútbol. Como es habitual. En el primer regate el jugador local saca un zurdazo prodigioso que resulta con el balón en la escuadra. Toda la familia de Andrés, que es del equipo que ha marcado, estalla en alegría y empieza a gritar tan alto que el eco de sus euforias resuena en toda la comunidad, de dimensiones bastante modestas por otro lado.

Eustaquio, André, Celia y Alberto, que por supuesto también estaban viendo el partido, se ven espoileados al conocer que había sido gol 5 segundos antes de haberlo visto. La historia fue recurrente durante semanas, hasta que un buen día entresemana Eustaquio, que tenía unos ahorrillos de horas extra en la constructora, decidió adquirir el módulo. Dos semanas después lo compraron André y Celia, mientras que Alberto, que apenas llegaba a final de mes, tuvo que aguantar cómo durante meses sus vecinos le alentaban, casi obligaban a comprar el módulo. Es decir, no sólo veía destrozados sus partidos del sábado, sino que además tenía que aguantar cómo sus vecinos le recordaban durante la semana la "necesidad" del nuevo módulo.

¿Es el módulo realmente necesario en sí mismo, o bien son los vecinos los que convierten el módulo en una necesidad para Alberto?

6 comentarios:

  1. Es una gilipollez. Dejáos el fútboll!!!!! por otra parte, que mas te da espoilearte 5 segundos? mejor pa ti, sin pagar ningún módulo tienes las mismas ventajas que los que lo pagan! ajajaja

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  2. Cascos a la TV, problema resuelto.

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  3. 3 comentarios, récord casi histórico jajaja
    Si el que el fútbol tiene tirón.

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  4. cómo te acuerdas de Alberto eh pillín...

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  5. Madre mía, qué retorcimiento...

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