El nombre del blog lo tomo de una traducción desordenada de una canción de la mejor banda de todos los tiempos, Radiohead: Where I End And You Begin. Donde yo termino de escribir y tú comienzas a opinar qué te parece lo que estás leyendo. Os toca.

viernes, 21 de mayo de 2010

Iguales

Comunistas, democráticos de izquierda, progresistas, centro, derecha, conservadores... en ocasiones el proceso de debate ideológico se convierte en un pasatiempo que consiste en ver quién se ha estudiado más el tema y quién puede convencer a más gente de que tiene razón. Tengo la sensación de que se toma el propio medio como un fin, que no se busca el objetivo de la política sino la política en sí. Quizá es por eso que me aburre profundamente casi cualquier debate sobre política. Será que soy un pesimista, pero la mayoría de veces lo único que veo son personas con traje intentando mantenerse en su posición.

Yo, con lo poco que sé de política, por no decir nada, no veo demasiadas soluciones. Ya no creo que sea cuestión de mantenerse en una posición cerrada y aplastante contra el capitalismo, pienso que se debe comenzar por los valores. Podemos apartar la vista y pensar que es una perogrullada y no tiene nada que ver, pero pienso que no se puede hacer nada en una sociedad como la actual, basada en el egoísmo, la competencia a toda costa, la incomprensión, el borreguismo...y no estoy metiendo a todos en el mismo saco, solo digo que considero que, en conjunto, esos son los valores que, por mi experiencia particular, he podido ver que predominan.

Y, me permito dudar el hecho de que, repito, aun sabiendo lo poco que sé sobre temas de gestión de estado, se pueda construir un proyecto que pueda contentar a la mayor parte de la población. Y si no podemos contentarnos a nosotros mismos, no hablemos de la periferia, donde no es necesario recordar el número de personas que muere cada día en la más absoluta miseria, mientras la corrupción y el amiguismo se expande como la pólvora entre quienes supuestamente deberían solucionar nuestros problemas y los de ellos.

Quizá sea cierto que estamos mejor que un siglo atrás, es posible que la gestión sea más equitativa y la economía más eficaz. De eso que se encarguen los expertos. Pero la pregunta que yo me hago es: El ser humano, las personas, las unidades, ¿hemos cambiado o seguimos siendo iguales?

martes, 11 de mayo de 2010

Quien abusa no es traidor

Si miras el día desde un enfoque holístico, global, intentando comprenderlo todo, es más fácil que el día se te ponga cuesta arriba. Si intentas abarcar un día entero con expectativas, la probabilidad de que algo salga mal es más es elevada. Hay demasiadas cosas que se pueden torcer.

En cambio, si lo enfocas de una manera más reduccionista, tomando la parte por el todo, como tu parte y centrándote en ella, es más probable acabar el día sin ningún cesto de desilusiones cargado a la espalda. Aunque sea con algo absurdo para los demás. Yo he apostado esta vez por la música y, oye, esta vez no me ha ido mal.

Por cierto, el título no tiene absolutamente nada que ver con el resto del texto, y el hecho de que aparezca es un mero capricho de mi malogrado y maltrecho y desfasado y desneuronado cerebro.