tag:blogger.com,1999:blog-19982657611723038372024-03-14T09:29:51.377+01:00Donde tú comienzas y yo termino...Éste es un blog donde comentaré lo que me vaya apeteciendo, desde deportes hasta música, pasando por cualquier otra cosa que puedas imaginar. El nombre lo tomo de una traducción desordenada de mi canción favorita de Radiohead: [i]Where I End And You Begin[/i]. Donde yo termino de escribir y tú comienzas a opinar qué te parece lo que estás leyendo.
Bienvenidos.Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.comBlogger50125tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-26821608631640631352012-03-22T02:08:00.000+01:002012-03-22T02:08:28.031+01:00Retrato de April<div style="text-align: justify;">
Tras este ánimo endeble pero en apariencia sano, poco forzado y jovial subyace una terrible depresión, un vacío infinito, un pozo sin fondo, una caída al vacío donde dejar a la gravedad funcionar, donde las leyes de la física siguen su curso. Sólo somos leyes, al fin y al cabo. Átomos oscilando en el filo de la casualidad, el equilibrio y la entropía de tu mirada, tan fugaz como inexistente, azarosa, un conjunto de vacío, de nada, que me hace perder la cabeza mientras la pierdo de verdad, no la encuentro y no me encuentro, no soy capaz de escribir más de cinco líneas porque seis ya son más de las que mereces. Ambos somos para el otro todo lo que merecemos y con esa evidencia existimos, sin conocernos y sin querer hacerlo, por no desvelarnos, por seguir cayendo hasta lugares más profundos sin alcanzar nunca el rocoso suelo, porque es duro, porque duele y porque evitar el dolor, con el tiempo, se convierte en una necesidad más que una elección. Cuestión de especie y evolución, por otra parte. Pero sigamos con tu retrato. Tus líneas desfiguradas por el prisma de mis prejuicios me recuerdan a inseguridades de otros tiempos, pero ya no me atrapan, puedo escapar y escapo con la ansiedad del preso que se enfrenta a su pena - de muerte. Quiero perderme entre tus locuras, aunque duelan, aunque la muerte me acabe hallando en ellas. Permíteme abandonarme de mí, de ti, del mundo, deja que nada tenga sentido por un momento y destrózame, y hazlo tantas veces como quieras, que los juguetes rotos no sentimos dolor, ya no sentimos.</div>Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-46652628664753254522012-02-07T19:37:00.000+01:002012-02-07T19:37:06.658+01:00500mg<span style="text-align: justify;">Me recordó la calidez que proporciona sentirse seguro. El analgésico ante las preguntas imposibles, esos grandes puzles irresolubles. Su calor no me servía para responder esas preguntas, pero hacía que olvidase su importancia, si es que realmente la tenía, si es que todavía existía el sentido. </span><br />
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Me encontraba con la sensación de haber llegado a un momento de la vida en que cada experiencia ya la había vivido, no había nada nuevo, como pequeñas construcciones de Lego derruidas una y otra vez para construir estructuras más grandes, más pretenciosas pero con las mismas piezas, ahora con una fachada distinta, con otro color, con otra ilusión etérea. La nostalgia no es más que un proceso de frustración camuflado en recuerdos. Hace que los percibas mucho mejores de lo que eran y genera angustia al no poder revivirlos y, sobre todo, al no conseguir vivir situaciones nuevas con el mismo grado de satisfacción como recuerdas las pasadas. La memoria olvida para sobrevivir a los momentos más terribles, a los de más dolor, pero superado ese umbral almacena el resto y los convierte en el Superhombre de Nietzsche, los mejora, los endurece y recubre para blindarlos ante nuestras expectativas.</div>
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Pasó durante un segundo por delante de mí. Las agujas del reloj no detienen su actividad cuando ellas quieren, sino que las paramos insconsicentemente en determinados momentos. Y no importa entonces cuánto tiempo sigan girando. Podrían estar haciéndolo eternamente, podrían estallar sin avisar, podrían hacer cuanto quisieran porque somos elementos a merced de otros elementos tan volátiles como nosotros. </div>
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Pero hoy has vuelto a por mí. Hoy has vuelto a existir, aunque ya no estés, aunque ya no importe.</div>
<br />Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-48999930542352862382011-12-21T00:36:00.002+01:002012-02-06T03:16:20.141+01:00Walkers<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: inherit; line-height: 14px;">Los huérfanos, los tullidos, los heridos de guerra, los desterrados... todos tienen razones de peso para la tristeza, pero muchos la convierten en fortaleza. Otros la cambian por violencia. Pero yo vengo a destacar al hombre medio, el que tiene una vida tranquila, un trabajo, una familia que le quiere y, a pesar de todo, por alguna razón, es incapaz de ser feliz. Y camina por las calles preguntándose por qué, intentando entender de qué va todo esto, ahogando su tiempo su tiempo en buscar una explicación que nunca encontrará.</span></div>Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-54123853739439048242011-11-02T05:03:00.000+01:002012-05-31T13:55:13.669+02:00Lobo estepario<br />
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Siento que nada me pertenece, estoy de pie en un mundo donde gobierna la casualidad y el descontrol, rodeado de personas como yo, con mis inquietudes, intentando simplemente entender qué sucede. Qué demonios está pasando. Pero no entiendo nada. Tengo la sensación de estar aquí, de existir, de mantenerme en pie en el sitio correcto, pero sin embargo, sé que hay algo diferente.</span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Me encontré rodeado de edificios familiares, estaba en mi ciudad, allí donde empieza la rutina, en el camino a casa tras una jornada de trabajo normal. El cielo lucía despejado, un azul claro que enblanquecía según alzaba la cabeza. Seguí alzándola hasta que la quemazón me devolvió la vista a una avenida desértica. Debía de ser mediodía, aunque la claridad era tal que no prometía haber más que cielo, una estepa infinita de tamaño inabarcable.</span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Seguí andando por la avenida hasta darme cuenta de que estaba solo. No la sensación de encontrarme solo en el mundo, sino la certeza empírica de que no había absolutamente nadie a mi alrededor. Tan solo yo ante una autopista hacia el cielo flanqueada por edificios fanstasma, borrados de cualquier rastro de actividad, de vida, despojados de sentimientos, vacíos. La calma sobrevino mi tranquilidad cuando el olor a mar invadió mis sentidos. La brisa aguardó el estruendo final, fue entonces cuando giré la cabeza y una ola gigantesca irrumpió la avenida y engulló todo aquello que encontró a su paso.</span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Lo siguiente que recuerdo es bracear desesperadamente. No pensaba en nadie más, me daba igual a quién pudiese haber alcanzado el rugido marino, de dónde procedía o si alguien se habría salvado. Yo tan solo necesitaba sobrevivir. Es en los momentos límite cuando te das cuenta de lo bajo de la existencia, nadie importa excepto yo, porque sin mí no existe nadie. Tras nadar hasta la extenuación el agua se evaporó como se evaporan las ilusiones, sin miramientos y sin pedir permiso.</span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Fui escupido a mitad de camino, allá donde el trayecto ascendente se ceñía a calles más angostas. Cuando recobré el aliento y retomé la verticalidad fui capaz de contemplar uno de los paisajes más bonitos que había visto jamás. Las desgastadas fachadas quedaron impregnadas de una humedad familiar, en definitiva agradable, exhalando calidez y arropándome con tanta dulzura que inmediatamente olvidé todo lo sucedido hasta entonces. Tan sólo existía ese momento, esa fracción de segundo que era mía para siempre. La tonalidad completamente azul de la calle englobaba el ambiente y advertía no dejarme escapar nunca. Y yo estaría enteramente conforme.</span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Lo cierto es que en contra de mi voluntad aparecí de repente en los alrededores de mi casa, me convertí en la cruz de madera que sepultaba un paisaje desolador, un cementerio presidido por mi figura, asolado, derruido. No quedaba nadie excepto yo. Familia, amigos, todos evaporados con la brisa marina que empezó entonces a ahogarme hasta la asfixia. Entre toda la tecnología, entre toda la modernidad, el paisaje proclamaba poseer la verdad absoluta, asegurando que eso era la realidad y todo cuando hayamos podido intentar controlarla no había sido más que un juego de niños creyendo ser adultos, el juego de tronos en el que lo real deja de tener importancia simplemente porque nos mantenemos ocupados.</span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Pude sostenerme sobre mí horas, quizá días, semanas, meses. No lo sé. Finalmente me contemplé en una calle cualquiera. La recorrí y según lo hacía la reconocí familar. Alcancé el final y cuál fue mi sorpresa al girar y ver la plaza en calma, una tarde de otoño común, treintañeras persiguen a sus hijos con un bocadillo de paté entre las manos mientras ellos recorren su inocencia por el mismo lugar donde pasea aquel anciano del Yorkshire, buenas qué tal, pregunta la pelirroja, sentada cada tarde en aquel banco desde que perdió su vida, aquel vagabundo que está cimentando su casa, colocando cuidadoso los cartones uno encima de otro, éste a un lado, éste al otro, ahora me acuesto, seguramente hoy soñará con todo lo que pudo haber sido, soñará con ser el ejecutivo que justo está cruzando el puente del parque, con el desánimo repetido cada anochecer desde hacía veinticinco años.</span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">De algún modo, todos eran conscientes de que había sucedido algo terrible, pero a nadie parecía importarle. Más bien, ya parecían haberlo olvidado. La sensación de existir, de realidad, se tornó entonces más fuerte que nunca y, ahora, entre tantos conocidos, la soledad taladraba cada poro de mi ser. Era un desconocido para todos ellos, tanto como ellos para mí. En una plaza repleta de personas, yo era totalmente invisible.</span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Recuperé la consciencia y la inercia me guió hasta el banco de metal donde se amotinaba la chica pelirroja. No sabía su nombre, su edad, sus aficiones, sus traumas, ni siquiera sabía si era real. Me giré levemente hacia ella y, antes de que pudiera articular palabra, subió la cremallera de su abrigo de lana, me devolvió la mirada y esbozó una leve sonrisa:</span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">¿Quiénes somos? Somos los que quedamos.</span></div>
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<br /></div>Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-4163790958909923942011-09-26T01:41:00.001+02:002011-09-26T01:41:46.213+02:00Flash<br />
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">La magia desapareció en él como desaparecen
las cosas que nunca han existido, con un escalofrío gélido que descubre una
realidad que vive con nosotros desde el inicio de la etapa verdaderamente humana,
que no es más que aquella en la que nos empezamos a plantear cosas más allá de
nuestras necesidades vitales. Sobra decir que hay personas que nunca alcanzan
esta fase, o bien la alcanzan y sólo consiguen con ello una involución. Conocer
ese hecho era algo que no escapaba a su comprensión; sin embargo, tener que
asumirlo fue un golpe demasiado duro para él. Había sobrevivido a base de
engañarse y, aunque la mentira es el estatus quo prudente del que desea
mantenerse cuerdo y tener una vida acorde con los estándares sociales aceptables
–aunque incluso el mayor de los desviados acaba siendo genérico-, siempre había
creído en cierto modo que el duende del ser humano, aquello que le hace
diferente a cualquier otro ente, animado o no, acabaría decantando la balanza
en contra de la lógica y, por tanto, a su favor. Pero eso nunca llegó a
suceder. No sabemos, en cambio, qué es lo que le llevó a suicidarse aquella
noche de otoño bajo la fría luz blanca que iluminaba su cuarto de baño, un mohoso
cubículo hacinado en un antro de mala muerte en un suburbio en un recóndito
punto cardinal de la tierra. Bastó una bañera y una cuchilla de afeitar. Algunos
dicen que fue un hecho concreto el que desencadenó la tragedia –como si a
alguien le fuera a importar, exclamó él desde el averno- , otros afirman que sencillamente
dejó de creer.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Calibri, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-44323312000961199102011-08-31T01:19:00.001+02:002011-09-26T05:52:30.758+02:00Un choque frontalEra una calle normal. La agitación habitual de un barrio transitado cuando acecha el fin de la luz del día, es decir, algunos coches, personas volviendo de trabajar o haciendo el último recado del día. Caras familiares pero irreconocibles, las has visto cientos de veces, pero ninguna de ellas dice lo suficiente para recordarla la próxima vez. Hoy, en cambio, caminando por esa misma calle, conocía perfectamente cada una de las caras que se me cruzaban. Nunca las había visto, las había perfilado, intuido, casi moldeado con el hilo de mis pensamientos, pero nunca concretado en un molde corpóreo. Pero allí estaban, caminando hacia mí, sin perturbar su paso ni su mirada, pues yo no significaba nada para ellos. Yo era uno más.<br />
<br />
En cambio, yo sí he reconocido esas caras. Había convivido con todas ellas durante gran parte de mi vida. A algunas los conocí cuando apenas gateaba, otras son más recientes, casi impuestas, pero todas ellas tenían un punto en común: yo. Han estado siempre conmigo, a veces las olvidaba, pero siempre aparecían en el momento más inesperado, en la situación más frecuente. Eran las eternas nominadas a un premio al que siempre asistían, porque sabían que acabarían ganando alguna edición. He intentado matarlas, esconderlas, disimularlas, pero los parches nunca son eternos. Nada es eterno, pero ellas acompañan cada tramo de eterninad desde el momento en que les abres la puerta. Y a veces se la abres sin querer. Y otras queriendo, sin saber muy bien por qué. Todo cambia, pero ellas permanecen.<br />
<br />
Hoy me he cruzado con mis horrores, y no ha sido un encuentro agradable. Ni grato. Pero ha sido un encuentro necesario, porque sólo se acepta la realidad cuando te la cruzas de frente. Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-65506857697122740972011-08-08T00:47:00.000+02:002011-08-08T00:47:46.233+02:00Mi realidad¿Quién sabe dónde está exactamente la frontera entre lo real y lo imaginario? <br />
¿Quién es alguien para decirte que su realidad es la tuya y por tanto la de todos? ¿Quién sabría decir por qué cuando soñamos utilizamos recuerdos almacenados en el subonsciente que ni siquiera habríamos apreciado como reales de manera consciente? ¿Quién es nadie para negar que podemos comunicarnos mediante lenguajes que aún no hemos sido capaces de estudiar? <br />
¿Quién es capaz de afirmar sin dudar un ápice que tiene derechos sobre los demás si comparado con el universo no es más que una mísera mota de polvo? <br />
¿Quién es nadie para asegurar que existen seres superiores a nuestro conocimiento? ¿Quién tiene la razón para negar que existen? <br />
¿Quién no se ha fascinado alguna vez con nuestra capacidad de influir en realidades ajenas?<br />
¿Quién tiene la potestad para negar que todo ocurre por una razón si nuestra inteligencia es limitada?<br />
¿Quién necesita vivir constantemente en la realidad colectiva pudiendo disfrutar de una propia realizada a medida? <br />
<br />
Yo no.Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-19296960370082782702011-07-25T04:27:00.000+02:002011-07-25T04:27:28.049+02:00Vivir solos, dormir juntosLa almohada dejó de ser hace mucho ese pedazo de algodón inerte para convertirse en mis pensamientos. Cuando duermo lo hago con ellos enterrados bajo mi cabeza, cuando no puedo dormir es porque ellos me entierran a mí. El motor que carbura el día a día necesita combustión, y a mí el petróleo se me acabó hace mucho. Qué suerte que cuando emprendo el viaje a lo onírico no necesito combustible, alguien decide por mí y sobre mí. Vale, es mi propio subconsciente, pero me hace el trabajo sucio, y con eso me sobra. Además lo hace bien, porque la criba es tan pura que escoge lo esencial, lo necesario. A veces bueno, a veces malo, pero elemental.<br />
<br />
Los peores días mi subconsciente y yo rompemos el hielo y escarbamos en la parte más oscura de aquello que es necesario, esa parte que despierto, consciente, evitas. Pero llega. Y llega en forma de pesadilla, en forma de tormento infranqueable, una muralla de acero blindado de medio metro de grosor de la que es imposible escapar. "Eh, chaval, no me puedes evitar" - musita el subconsciente entonces, valentonado al ser consciente de estar jodiendo y bien.<br />
<br />
Da igual lo fría que sea la noche o la soledad que rodee mi rutina. De un tiempo a esta parte ya nunca duermo solo: lo hago acompañado de mis miedos más profundos.Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-35781843425780119442011-07-12T02:30:00.003+02:002011-07-12T02:42:16.915+02:00¿Carpe Diem?Pensando en el futuro me descubrí inquieto, ansioso, amordazado por el simple hecho de imaginar que cualquier acto cambiaría de algún modo lo que pasaría en el futuro. Un simple posibilidad de acción desató mi angustia. Cuando amainó sobrevino una todavía peor, calibrar un futuro sobre el que no tenía posibilidad de acción. Lo imaginé opaco y recubierto de una capa de 2cm de cristal blindado. Podía verlo pero, al alargar mi brazo para tocarlo y modificarlo, chocaba abruptamente contra él. <br /><br />Para cuando comprendí que la única manera de protegerme contra el futuro era remover mi pasado para encontrar patrones de conducta recurrentes y así recrear posibles futuros, descubrí un yo irreconocible, un yo de otra época, alguien que vivió unos sucesos que me resultaban extraños y ahora lo veía en tercera persona, ajeno a mí, alejado de esta cárcel de pensamientos en que me había convertido. Me resultaba tan familiar que me agotaba reconocerlo como un forajido, un indómito <span style="font-style:italic;">moonwalker</span> que se alejaba del presente a cada recuerdo. El hecho de no reconocerme a mí mismo no mejoró las cosas, así que me convencí en el pensamiento de que lo mejor sería disfrutar el presente.<br /><br />Pero qué es el presente sin entenderlo como el conjunto de los hechos vividos y las expectativas de que habrá un futuro mañana. ¿Carpe Diem? Sí, pero en qué circunstancias es la pregunta.Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-87097548607409009842011-07-03T14:52:00.004+02:002011-07-03T15:12:54.455+02:00Redes socialesEs una comunidad de vecinos muy futboleros, donde cada semana se retrasmite un partido de liga en abierto, eso sí, cada uno desde la TV de su casa por problemas de derechos. Todos los sábados son festivos en esa comunidad, donde la sangría se funde en primera línea de importancia con los goles del equipo dueño de cada casa. Pero llega un día en que la cadena de televisión obra un descubrimiento que hará temblar los cimientos de la comunidad: resulta que en ciertas instalaciones la señal llega con 5 segundos de retraso, y ahora han fabricado un módulo de uso individual que elimina ese retardo temporal. El problema es que es un módulo bastante caro. <br /><br />Andrés es el vecino rico y tocapelotas que debe existir en toda comunidad que se precie. Andrés, cabreado por la derrota de su equipo de la infancia durante tres semanas seguidas y cansado de aguantar las burlas de sus convecinos, decide pasar a la acción. Andrés, que tiene que pagar tantas letras como tiene un abecedario, pero tiene dinero de sobra y no le importa, decide instalar el módulo. <br /><br />Llega el sábado y con él, fútbol. Como es habitual. En el primer regate el jugador local saca un zurdazo prodigioso que resulta con el balón en la escuadra. Toda la familia de Andrés, que es del equipo que ha marcado, estalla en alegría y empieza a gritar tan alto que el eco de sus euforias resuena en toda la comunidad, de dimensiones bastante modestas por otro lado.<br /><br />Eustaquio, André, Celia y Alberto, que por supuesto también estaban viendo el partido, se ven espoileados al conocer que había sido gol 5 segundos antes de haberlo visto. La historia fue recurrente durante semanas, hasta que un buen día entresemana Eustaquio, que tenía unos ahorrillos de horas extra en la constructora, decidió adquirir el módulo. Dos semanas después lo compraron André y Celia, mientras que Alberto, que apenas llegaba a final de mes, tuvo que aguantar cómo durante meses sus vecinos le alentaban, casi obligaban a comprar el módulo. Es decir, no sólo veía destrozados sus partidos del sábado, sino que además tenía que aguantar cómo sus vecinos le recordaban durante la semana la "necesidad" del nuevo módulo.<br /><br />¿Es el módulo realmente necesario en sí mismo, o bien son los vecinos los que convierten el módulo en una necesidad para Alberto?Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-72886208714902245272011-06-14T12:37:00.002+02:002011-06-14T12:43:52.474+02:00La caída de los héroes podridosNacemos, pero no como lo hace cualquier otro ser vivo. Tenemos instinto, pero no nos basta con él. Necesitamos más. De hecho, por nuestra propia naturaleza estamos obligados a más. Nacemos con libertad, la que posee cualquier ignorante, la libertad de quien no tiene miedo al fracaso porque nunca se ha propuesto el éxito. La de quien no sabe qué es triunfar y lo que se siente al decepcionar a alguien a quien has querido. Pero esa libertad es efímera, desaparece al compás del paso del tiempo, ese tiempo que determina una realidad cruel: tenemos capacidad de elección, y con ello responsabilidades. Todo sería mucho más sencillo si todo se rigiera por el instinto, pero no. Hay que decidir, y lo que en principio parece un regalo emprende metamorfosis hacia algo más complejo, más oscuro. Podemos decidir, y el instinto nos advierte que nuestra supervivencia es lo primero. Nos convertimos en seres egoístas. Nos transformamos en corruptos.<br /><br />La crisis económica en la que está inmersa el país desde hace unos años no ha hecho más que destapar un problema que no es puramente económico, si obviamos que la economía es una reguladora social en último término. De hecho, ha propiciado la constatación de la existencia de una pirámide fraudulenta cuyas escaleras son el amiguismo, el talento es una trampilla abierta en el despacho del jefe y el ascensor para subir sin esfuerzo es la ausencia más cristalina de cualquier tipo de moral. Una sarta de ricos sin esfuerzo que además menosprecian a quien osa cuestionar su estatus, asentados, sin mucha originalidad, sin talento y con una capacidad nula para gobernar sus propios negocios. <br /><br />Con este panorama uno se pregunta si los que nos quejamos, los que berreamos, los que nos creemos poseedores de la moral absoluta, si nosotros no haríamos lo mismo si tuviéramos ocasión. En principio los ideales, la educación, el respeto ganan, pero al igual que en la historia ha habido una buena factura de personas que incluso murieron por defender la justicia (especialmente aquellos héroes silenciosos, aquellos sobre los que no se escriben libros, no aparecen en libros de historia y nunca verás protagonizar una superproducción de Hollywood), lo cierto es que también conocemos muchos que llevaron sus ideales al extremo (sobra mencionar figuras casi contemporáneas como Stalin o Hitler), o bien que tuvieron unos ideales firmes y socialmente aceptables (esto siempre cogido con pinzas) y se fueron corrompiendo en ese ascenso tan apetecible como es el éxito, el liderato. Esa senda de gloria en la que el viento siempre sopla a favor y en la que los peldaños de los problemas se difuminan hasta desaparecer en una cuesta abajo irrefrenable. Un líder es un referente, pero también es alguien con poder. De decisión, de convocatoria, de opinión. Poder en definitiva, y el poder mal llevado conlleva una ruptura, una distorsión. <br /><br />Con el 15-M pudimos entrever dos cosas. La primera es que existe una capacidad mínima de reacción por parte de, eso sí, una porción todavía escasa de la población. Aunque sea por simple hartazgo ante lo ofrecido. Y la segunda es que hasta las intenciones más puras entienden de distorsión. Lo que en principio era una masa heterogénea de personas con un objetivo homogéneo pronto sembró la semilla de la duda: lo que en primer término trataba más de combatir enemigos comunes que otra cosa pronto empezó a torcerse y poco a poco cada uno comenzó a mirar demasiado sus propios intereses echando piedras sobre su propio tejado, incluso censurando en casos aislados y no respetando todas las voces, una tiranía que precisamente fue el pretexto para la movilización de los "indignados". Este movimiento, que en cualquier caso sigue siendo noble, dejó patente el alto grado de corruptibilidad de las personas y que, personalmente, me deja ciertas dudas de cómo actuaríamos nosotros si nos viéramos en una situación de poder real.<br /><br />Y es que ser héroe no debe de ser sencillo. Héroe de verdad, de los que no salen en las "fotos de familia" y no son idolatrados por los medios. Esos son los héroes de plástico, héroes de mentira, los héroes podridos de los que habla la canción de Fernando Alfaro. Ser humano nunca ha sido fácil, y en el futuro no tiene pinta de ser distinto. Eso debería hacernos valorar más que nunca lo difícil que es tener principios, ser un héroe real. Porque como dice un buen publicista tan querido como odiado en este país, un principio no es tal hasta que sacrificas algo por mantenerlo. Y además del sacrificio de Jesucristo, venerado hasta la saciedad en una sociedad pasiva y enfervorizada hacia lo divino, decidme vosotros qué entendemos la mayoría de nosotros de sacrificio. Tender hacia la corrupción en cierto grado puede ser tan criticable como humano.Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-69392851313864172502011-05-22T17:19:00.000+02:002011-05-22T17:25:36.809+02:00VidaSé que estoy vivo porque me encienden por la mañana. Lo hacen en un gesto de altruismo invertebrado que no alcanzo a comprender. Salgo porque tengo que hacerlo, estoy programado para esa tarea y tengo que cumplirla. Sonrío a la gente porque es lo que esperan de mí. De vez en cuando ingiero nutrientes para mantener mis constantes vitales a salvo, de otro modo no podría seguir desempeñando mi deber. En definitiva, no molesto. Hago lo que tengo que hacer. No cuestiono mi subversión porque es para lo que he sido programado. Un autómata no se hace preguntas. A un autómata no le preocupa el paso del tiempo, y por extensión perderlo. Un autómata actúa, y lo hace sin emociones. Y le da lo mismo.Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-37635921387895062472011-05-09T02:05:00.001+02:002011-05-09T02:05:43.824+02:00CRASH!Lo que acabas de escuchar es el sonido de una construcción megalómana rompiéndose en pedazos. Las piezas esparcidas de un puzle construido a través del tiempo sin apenas esfuerzo, pedazo a pedazo, inconscientemente. Una burbuja cuyo destino nunca fue flotar eternamente. Lo que acabas de escuchar sintetiza esa caída, ese esparcimiento, esa explosión. Aquello que jamás esperabas que ocurriera ha sucedido. La lógica finalmente ha vencido, como siempre lo ha hecho.<br /><br />La vida se encarga de poner a las personas en su sitio. Las leyes de la naturaleza son certeras e ineludibles, no entienden de méritos ni atienden a razones. Y el sitio de las personas no es otro que el cambio. Su hábitat natural, el alfa y el omega, el lugar donde todo empieza y acaba. Constantemente vemos cómo intentan eludirla, aferrándose a cualquier elemento que parezca estable a largo plazo. A algunos les funciona hasta que el inefable final asesta el último cambio. Otros entienden el desorden desde el principio y lo aceptan. También están los que ni siquiera habrán tenido la oportunidad de elegir.<br /><br />Porque todas las burbujas explotan. Ningún puzle queda unido para siempre. Pasa el tiempo, las construcciones se erosionan y caen. O simplemente son derribadas. La entropía siempre reclama su lugar. Nuestro lugar.Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-70410961105649089712010-10-29T00:44:00.002+02:002010-10-29T00:47:25.312+02:00HighlightsLa gente necesita conocer a los demás sólo con unos pocos highlights, quiere de un vistazo identificar y reconocer todo lo que es y ha sido una persona, como si eso no requiriera de una gran dosis de paciencia, como si todas las personas no fuéramos más complejas que nuestra propia fachada.<br /><br />Que nadie espere que salga a la calle con cientos de postits pegados a la frente y a la espalda. Que hagan el esfuerzo como yo intento hacerlo.Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-73058299766241599052010-08-27T01:44:00.005+02:002010-08-27T02:25:53.776+02:00Funambulismo<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.ondata.es/img/fragil.gif"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 181px; height: 109px;" src="http://www.ondata.es/img/fragil.gif" border="0" alt="" /></a><br /><br /><br />La vida es frágil. Por más que uno asuma que está vivo con todo lo que eso conlleva, la urgencia cotidiana invita y dirige a la abstracción por su propia inercia. Quiero decir, si sumas numeros pares el resultado será un número par, todos lo sabemos. Pero ciertas personas no nos comportamos hacia la vida con ese pensamiento. Decimos que lo asumimos, pero nuestro subconsicente busca cualquier resquicio en el que haya una avenida hacia el número impar. Aunque sólo encuentre un callejón sin salida. La vida es frágil. Es un funambulista que lleva años de práctica y no se da cuenta de que está a tantos metros de altura, sobre un hilo de escasos centímetros, y lo asume con concentración pero con naturalidad, flanqueado por sus propios temores, exiliados por exigencias de la situación, surcando en diáspora en un viento que podría despertarnos del sueño con tan solo una combinación azarosa, así como la que supuestamente nos dio la fragilidad que nos caracteriza. Nosotros somos ese funambulista, y también lo son las personas que nos rodean. Intentando hallar el número impar. Rechazando la idea de que la vida se reduzca a una suma cuyo resultado todos sabemos pero sólo recordamos cuando menos lo esperamos. La vida es frágil porque nuestra existencia está basada en una fragilidad constante y permanente que tenemos que asumir porque nos pertenece de forma innata.Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-1527327950906285462010-08-19T00:20:00.003+02:002011-05-09T01:56:31.914+02:00RelatividadCon tanto ciego, uno piensa que, después de todo, ser tuerto no está tan mal.Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-89151104286997273042010-07-10T16:07:00.002+02:002010-07-10T16:21:43.120+02:00Automatismos de defensaReconozco que estoy bastante cansado del término "abrir la mente", por el mal uso que se da normalmente cuando se emplea. Dejar de ser tan hermético, camaleonizarse a las nuevas ideas, beber los nuevos vientos. Porque abrir la mente no sólo significa adoptar unas ideas liberales. Abrir la mente significa escuchar, tener personalidad, creer en tus propias ideas pero siempre receptivo, atento a lo que el resto te pueda aportar. Me entristece muchísimo ver a personas de mi edad aferradas a un partido político o a ciertos valores rechazando sistemática y automáticamente cualquier aportación que le pueda venir diferente a lo que ya cree. Tener una mente abierta implica desconcierto dentro del orden, tener una base sobre la que poder conservar lo correcto y rechazar lo adquirido si es erróneo por mucho que creyéramos en ello y muy implicados que estuviéramos en su defensa. Tener una mente abierta es, ante todo, tener una mente tolerante y reflexiva, nunca tiránica consigo misma.Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-55948783393009406922010-06-29T15:46:00.002+02:002010-06-29T15:57:17.206+02:00On RailsUn cambio supone afrontar una situación frecuentemente desconocida, afrontar una realidad a la que no te has enfrentado todavía, a la que sabes qué vas a dar pero rara vez qué te va a devolver. Para muchos el cambio es positivo y en ocasiones urgente. Para mí, el cambio es incómodo por inesperado, quizá demasiado acostumbrado a ir siempre sobre raíles. Nadie me dijo que valiera la pena arriesgarse. En ocasiones es necesario descarrilar.Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-41647080579331516112010-06-19T01:06:00.001+02:002010-06-19T01:07:50.347+02:00Amor (II)<span style="font-style:italic;">Don't fall in love with me yet, we only recently met</span> <br />The Magnetic Fields<br /><br /><span style="font-style:italic;">Love is like a bottle of gin, but a bottle of gin is not like love</span> <br />The Magnetic Fields<br /><br /><span style="font-style:italic;">No sé cómo te atreves a venir a decirme que me quieres</span> <br />Los Planetas<br /><br /><span style="font-style:italic;">Y en lugar del amor nos hicimos daño</span> <br />Nacho Vegas<br /><br /><span style="font-style:italic;">Te hiero mucho</span> <br />Love Of LesbianAdrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-48919748700164171642010-06-13T02:41:00.003+02:002010-06-13T02:42:32.338+02:00Microrrelato (III): SolSentado en la desembocadura del río, deshojo una rosa capa por capa y ahondo en mi pasado poro a poro. Cielo despejado. El astro rey abrasa mi alma, tan alejado en el espacio y tan cercano en mi tiempo. Vacío, polvo interestelar, vacío. Exofera, termosfera, aurora polar, mesosfera, estratosfera, estrella fugaz, capa de ozono, troposfera. Acariciando mis pies, biosfera, litosfera, núcleo. En medio de toda esta casualidad, yo. En medio de la probabilística, a más de 3000 kilómetros, tú. Demasiada presión, excesiva responsabilidad. Que antes fuimos polvo de estrellas, que fuimos amantes y que en polvo nos convertiremos. Arrojo la rosa al río que fluye, que siempre es distinto y, en cambio, siempre es el mismo, y exclamo un eufórico "me quiere", pues no hay nada más efímero y bello que el amor a la vida.Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-57327860857562393152010-06-05T01:37:00.002+02:002010-06-05T01:41:26.701+02:00Microrrelato (II): ViajeUn joven bohemio partió del lecho materno, allá por la edad en que la pubertad se escabulle avergonzada entre los matorrales del espeso bosque de entrañas que es nuestro cuerpo. Se marchó sin mirar atrás, pues su decisión era firme y meditada, y con más ilusón que capital partió hacia lo que sería su gran viaje. Recorrió paisajes que las grandes urbes solo pueden vislumbrar tenuemente en los documentales. Vio la pobreza, la alegría, la amistad, el desencuentro, el amor, el desamor, la lujuria, y al fin y al cabo vio todas las fases de la vida por las que pasa la mayoría de las personas a lo largo de su existencia, excepto los más adinerados que distan de experimentar ninguna. Exhausto, tras un largo viaje, sintió un ruido que taladraba su cabeza. ¡Hijo, a desayunar! Por suerte o por desgracia, todo lo que somos ocurre dentro de nosotros.Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-75243119365373281712010-06-03T00:00:00.001+02:002010-06-03T00:13:37.685+02:00Microrrelato: BrooklynNo estoy siendo pesimista, sencillamente la vida se convierte en un bucle del que es imposible escapar. Ya solo me queda la rabia, la frustración, la ira de ver como el cielo no existe, el infierno es esta existencia y el destino es el demonio que la gobierna. Un destino que no ha sabido reinar, que me ha sometido como una sucesión de genoma con el que experimentar en laboratorios con gaseosa. No tacho los días del calendario, ellos me tachan a mí y me consumen a una velocidad proporcional a la que desaparece la mentanfetamina de mi tercer cajón. Nunca pedí ver a pesar de quedarme ciego, pues los prejuicios de las personas siempre son la venda que tapa mis ojos. Esta es la voz lánguida de un humano que se ahoga, una voz más que se perderá entre una multitud insana bajo las aguas del puente de Brooklyn.Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-30384569735476600692010-06-01T17:23:00.003+02:002010-06-01T18:38:22.341+02:00Ojos que no venHace un tiempo me enteré de que los niños pequeños se tapan los ojos cuando pasan vergüenza porque creen que, así, las personas de su alrededor tampoco les ven a ellos. La vida se colorea en negro para todos, la materia se desintegra y la vergüenza con ella. Sinceramente, me parece una opción brillante. Si de verdad lo que entendemos como vida resulta que se desarrolla dentro de nuestros envoltorios, en la materia gris tan estudiada como desconocida, debería ser una medida solvente y suficiente escondernos de nosotros mismos. ¿Los demás? <span style="font-weight:bold;">A quién le importa</span>.<br /><br /><span style="font-style:italic;">We don't need no education</span>, que decían unos tales <span style="font-weight:bold;">Pink Floyd</span>. Crecemos y no se hace esperar, empieza a ser patente la necesidad de esconderse, de no ser vistos, de intimidad real. No vale más refugiarse en uno mismo, hay que seleccionar y bien la información que queremos o podemos dar, de lo que somos y lo que hacemos, al resto. Se comienza escondiendo la camiseta tras habérnosla manchado de tomate, pero cada vez la necesidad es más acuciante y las intenciones menos honestas. Al más puro estilo <span style="font-style:italic;">Dexter</span>, la transparencia mete los pies en barro y se empieza a seleccionarla información con la meticulosidad y el oficio de un metrónomo. <br /><br />El resultado de esta evolución es el ser adulto: una continua batalla entre lo que decidimos mostrar y lo que realmente somos. Aunque decidamos vivir como lo que somos, nos es prácticamente imposible olvidarnos de que necesitamos ser nosotros mismos tanto como tener un mínimo de control sobre las situaciones que nos rodean. Una tarea cansada y poco agradecida, una tarea completamente antitética al instinto. Una tarea, por tanto, específicamente <span style="font-weight:bold;">humana</span>.Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-32804668737259918552010-05-21T12:07:00.005+02:002010-06-03T00:14:12.217+02:00IgualesComunistas, democráticos de izquierda, progresistas, centro, derecha, conservadores... en ocasiones el proceso de debate ideológico se convierte en un pasatiempo que consiste en ver quién se ha estudiado más el tema y quién puede convencer a más gente de que tiene razón. Tengo la sensación de que se toma el propio medio como un fin, que no se busca el objetivo de la política sino la política en sí. Quizá es por eso que me aburre profundamente casi cualquier debate sobre política. Será que soy un pesimista, pero la mayoría de veces lo único que veo son personas con traje intentando mantenerse en su posición. <br /><br />Yo, con lo poco que sé de política, por no decir nada, no veo demasiadas soluciones. Ya no creo que sea cuestión de mantenerse en una posición cerrada y aplastante contra el capitalismo, pienso que se debe comenzar por los valores. Podemos apartar la vista y pensar que es una perogrullada y no tiene nada que ver, pero pienso que no se puede hacer nada en una sociedad como la actual, basada en el egoísmo, la competencia a toda costa, la incomprensión, el borreguismo...y no estoy metiendo a todos en el mismo saco, solo digo que considero que, en conjunto, esos son los valores que, por mi experiencia particular, he podido ver que predominan. <br /><br />Y, me permito dudar el hecho de que, repito, aun sabiendo lo poco que sé sobre temas de gestión de estado, se pueda construir un proyecto que pueda contentar a la mayor parte de la población. Y si no podemos contentarnos a nosotros mismos, no hablemos de la periferia, donde no es necesario recordar el número de personas que muere cada día en la más absoluta miseria, mientras la corrupción y el amiguismo se expande como la pólvora entre quienes supuestamente deberían solucionar nuestros problemas y los de ellos. <br /><br />Quizá sea cierto que estamos mejor que un siglo atrás, es posible que la gestión sea más equitativa y la economía más eficaz. De eso que se encarguen los expertos. Pero la pregunta que yo me hago es: El ser humano, las personas, las unidades, ¿hemos cambiado o seguimos siendo iguales?Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1998265761172303837.post-63967447638503649662010-05-11T00:26:00.006+02:002010-05-11T01:31:26.121+02:00Quien abusa no es traidorSi miras el día desde un enfoque holístico, global, intentando comprenderlo todo, es más fácil que el día se te ponga cuesta arriba. Si intentas abarcar un día entero con expectativas, la probabilidad de que algo salga mal es más es elevada. Hay demasiadas cosas que se pueden torcer. <br /><br />En cambio, si lo enfocas de una manera más reduccionista, tomando la parte por el todo, como tu parte y centrándote en ella, es más probable acabar el día sin ningún cesto de desilusiones cargado a la espalda. Aunque sea con algo absurdo para los demás. Yo he apostado esta vez por la música y, oye, esta vez no me ha ido mal.<br /><br />Por cierto, el título no tiene absolutamente nada que ver con el resto del texto, y el hecho de que aparezca es un mero capricho de mi malogrado y maltrecho y desfasado y desneuronado cerebro.Adrianohttp://www.blogger.com/profile/05126929969929949264noreply@blogger.com2